2 de Julio del 2000

El tiempo pasa, a la vez que reafirma en la memoria colectiva algunos hechos; desvanece otros que solo quedan en el inconsciente. Los jóvenes que hoy tienen dieciocho años, probablemente, guarden algún recuerdo, en forma de palabra o imagen de aquel 2 de Julio inolvidable. Para los de mi generación, así como para todos aquellos viejos luchadores por la democracia y libertad en México, fue el momento que culminó una lucha de años, un triunfo de la sociedad; pero que a su vez inauguro una etapa que cada día nos exige, esfuerzo, trabajo y entrega permanente.

Para mí es un honor poder hablar del triunfo de hace diez años, sin embargo no es una tarea fácil comentar los logros y luces, pues hoy nuestro sentir, esta matizado por la situación y el contexto que estamos viviendo, por la crisis económica mundial y la lucha contra el crimen organizado, en fin, parece haber un desencanto democrático.

Hoy quiero dirigirme a ti joven, me permito invitarte a hacer una reflexión, profunda, sincera. Imagínate por un momento un país en que tu voto nunca contara y los derechos humanos fueran atropellados diariamente, en el que la libertad de expresión fuese solo un deseo, en donde no pudieras decir lo que piensas, lo que sientes, porque de inmediato serías censurado o reprimido, en donde los medios de comunicación callaran y fuesen obligados a ser cómplices incondicionales del gobierno.

Imagínate que un solo partido, el PRI controlara a los diputados, senadores, gobernadores, alcaldes e incluso jueces y magistrados, en donde prácticamente solo la voluntad del Presidente contara, manejando a su gusto a los poderes, sin contrapeso alguno y manipulando a los pobres, utilizándolos, ni más ni menos que como “carne de cañón”.

Imagínate vivir con la zozobra de la inestabilidad económica, en donde los precios de los productos y servicios aumentaran drásticamente cada mes e incluso por semana, mermando terriblemente, a los que viven de un salario, que es la mayoría en México, además de tener la amenaza constante de una crisis económica y una devaluación monstruosa que hiciera pedazos tu patrimonio.

 Cómo te sentirías si todos los hombres y mujeres, así como sus familias que no pertenecen a ninguna institución de salud y mucho menos tienen un seguro de gastos médicos, no tuvieran acceso a los servicios de salud a través del Seguro Popular, además del apoyo fundamental para tener una vivienda digna, una beca para poder seguir tus estudios y un medio de sustento como lo es un pequeño negocio, tu propio “changarro”.

Todo lo que hoy, te ha tocado a ti joven tener en tu país, es producto de una lucha emprendida por una gran cantidad de personas, desde hace muchos años, héroes muchos de ellos, que en su humildad y generosidad prefirieron el anonimato. Esta lucha dio un paso irreversible para la Democracia en México hace diez años. Hoy en medio de problemas y retos enormes que en ningún momento he desconocido, el legado para ti, para ustedes las generaciones jóvenes, es que través de su liderazgo impulsen y profundicen en los cambios que México necesita, sin olvidar nunca que todavía hace unos años solo la voluntad de un hombre, revestido de un presidencialismo perverso decidía por millones de Mexicanos. Hoy, Hoy tenemos esperanza, Hoy todos somos México y Hoy más que nunca el futuro esta en nuestras manos.