viernes, 19 de noviembre de 2010

“DECISIÓN HISTÓRICA, APOYADA EN LOS MEXICANOS Y SUSTENTADA EN EL DERECHO INTERNACIONAL”

“Al vivir sin modo humano, con basura y polvo se mezcla.”
(Tradición, Náhuatl, México)

En sus memorias presentadas el pasado 9 de Noviembre, George Bush comenta que en Marzo del 2003, en mi calidad de Presidente de México, me negué a respaldar la iniciativa unilateral de los Estados Unidos para atacar Iraq. Agrega además, que a petición del entonces primer ministro británico Tony Blair, hizo un último esfuerzo por persuadirnos a nosotros y a Chile, ya que ambos como miembros del Consejo de Seguridad, manteníamos nuestra posición de negativa, para apoyar ésta segunda resolución dentro de la ONU.

Creo que es muy importante compartir con ustedes, ésos momentos, los pormenores y razones que me llevaron a tomar ésta decisión histórica para México. Recordemos que después del terrible ataque terrorista del 11 de Septiembre del 2001 a Nueva York, en el que desafortunadamente murieron miles de norteamericanos, el presidente Bush, se propuso atacar e invadir Iraq, con el propósito de derrocar el régimen de Saddam Hussein, argumentando la existencia de armas de destrucción masiva ocultas en ese territorio.

El 8 de Febrero del 2003, convoqué a una reunión urgente en los Pinos para el día siguiente ,que por cierto era Domingo, de hecho fue la última que dediqué a ese tema antes de que se produjera la agresión de los Estados Unidos a Iraq, ya que el 12 de Marzo me sometí a una intervención quirúrgica de un delicado y doloroso padecimiento en mi columna vertebral, prácticamente en estas últimas reuniones estuve de pie, para aminorar las molestias que eran ya bastante fuertes.

Antes de la reunión a la que me refiero, ya tenía prácticamente tomada una decisión, sin embargo era imprescindible y estaba abierto, a escuchar en un sano debate a mis colaboradores más cercanos. Realicé también una gran consulta pública y privada, con intelectuales,empresarios,académicos,internacionalistas,escritores, lideres sindicales,legisladores,miembros de los partidos políticos, además de encuestas en las cuales la opinión pública se oponía abrumadoramente a cualquier apoyo de México a la guerra por venir, así mismo hice una gran cantidad de visitas personales e innumerables llamadas telefónicas. Prácticamente tenía un apoyo unánime, salvo excepciones,paricularmente entre empresarios que así me lo hacían ver.

Es más todavía el 20 de Febrero, semanas antes de la deliberación y votación en el seno del Consejo de Seguridad de la ONU, recibí al otrora Presidente de España José María Aznar, quien me visitó haciendo una escala en su viaje a Crowford, Texas, precisamente el rancho del Presidente George Bush .El Presidente Aznar trató de convencerme de que apoyara a los Estados Unidos, principalmente con el argumento de las fabricas de armas nucleares por parte de Iraq. También por esos días recibí a Condoleezza Rice Secretaria de Estado, quien con fotografías satelitales de las supuestos almacenes de armas de destrucción masiva trato también de convencerme, el caso es que ya podrán imaginarse que tuve una presión externa e interna formidable, que me hizo muchas veces, sentir el peso de tomar una decisión tan importante solo.

Como ustedes saben, el Consejo de Seguridad de la ONU se conforma de 14 miembros,5 permanentes (Estados Unidos,Rusia,China,Francia y Reino Unido), y 9 rotativos. Desde que estaba en campaña, y con más razón al inicio de mi sexenio, fui de la opinión de que no podíamos seguir con la cabeza enterrada en la arena, cual vil avestruz, necesitábamos como país Latinoamericano ir por ese escaño para el período 2002-2003.

Finalmente llegó el momento, conté con el apoyo del Presidente Ricardo Lagos de Chile, quien fue un gran aliado, así como de los dos gobiernos que tuvo Francia en ese tiempo, también con el valioso respaldo del primer ministro de Canadá Jean Chrétien. El antecedente provenía de Noviembre del 2002 en donde, se debatió la resolución 1441 sobre Iraq, México sufrió una presión severísima, recuerdo y reconozco con emoción el papel del entonces embajador ante la ONU, el finado Adolfo Aguilar Zinser;Estados Unidos quería imponer un plazo perentorio para que Saddam Hussein entregara sus supuestas armas de destrucción masiva a los inspectores de Hans Blixt,y en caso de no hacerlo procedería una intervención armada de la ONU a través de los Cascos Azules, sin mediar la necesidad de una nueva resolución. Nos opusimos, en compañía de Francia y Rusia principalmente, recuerdo que se llegó a una resolución unánime, votada incluso por los Estados Unidos.

Coincido con mi amigo y ex colaborador Jorge Castañeda en que hubo consecuencias del rencor del Presidente Bush, por no haber votado a favor de su iniciativa. La primera de éstas, referida a la percepción que manipulada o no, tenían los Estados Unidos del gobierno de Saddam Hussein, y aunque sí bien es cierto que en su régimen existían violaciones a los Derechos Humanos, injusticias, y represión, esto no le extendía a los Estados Unidos un cheque en blanco para invadir éste país, y violar a la vez los Derechos Humanos. Las pruebas nunca fueron convincentes, las consecuencias están a la vista. Yo estaba de acuerdo que el régimen de Saddam Hussein en Iraq cometía gran cantidad de abusos e injusticias, debía por eso terminar, pero no de esa manera.

La segunda consecuencia tiene que ver con el que los Estados Unidos, daban por descontado que por su amistad, la vecindad, el Tratado de Libre Comercio, así como los apoyos recibidos en diferentes momentos de nuestras crisis de 1995,tendrían de nuestra parte un voto incondicional. Yo no lo veía así, me sentía de hecho defraudado por el gobierno de Bush, no había podido cortar ni una flor de su jardín.

Las otras consecuencias, tuvieron que ver más con la estrategia que seguimos, no manifestándonos ,hasta que tuvieran verdaderas pruebas de la existencia de armas de destrucción masiva, por parte de Iraq. Efectivamente el 12 de Marzo de ese año 2003,cuando me llamó el Presidente Bush me encontraba ya en el quirófano. La decisión estaba tomada.

Al tiempo veo, salvo el mejor juicio de la historia, que fue una decisión firme, valiente, que iba a traer consigo costos; pero nunca peores que el de la violación de los Derechos Humanos, la violencia por la violencia, la unilateralidad.México tenía que estar del lado del Derecho Internacional.

4 comentarios:

  1. Estimado Sr. Fox:

    Coincido en muchas de las cosas que usted plasma en esta entrada de su blog, y debo decir que la decisión de no apoyar la intervención en Irak en el Consejo de Seguridad fue, sin duda, un acierto para México.

    Sin embargo, creo que hay muchos aspectos en los que no coincido con usted. Comienzo por decirle que ésa no fue una decisión que usted tuviera que tomar solo (como lo expresa claramente en la entrada). La tradición mexicana de apego al derecho internacional al conducir nuestra política exterior data ya de algunos años. Sólo bastaba respetarla y continuar con ella para saber que no era posible tomar otra decisión al respecto.

    También quisiera recordarle que el Consejo de Seguridad de la ONU cuenta con 15 miembros (no 14, como usted dice) y que en castellano la palabra "Irak" se escribe con k.

    Le comento también que su entrada me hizo recordar a una maestra que tuve en la primaria, que solía decir: "Niños, los nombres de los meses se escriben con minúscula, incluso en las cartas al Presidente." Nunca creí encontrar una ocasión más propicia para citarla.

    Quiero también aprovechar para felicitarlo porque es notorio que es usted mismo quien escribe las entradas en su blog. No se puede decir lo mismo de muchas otras personas. Aprovecho la ocasión para ofrecerle, de todo corazón, la posibilidad de revisar la redacción y estilo de las mismas, antes de que las publique, para facilitar su lectura a los interesados en ellas.

    Sin más, le mando un cordial saludo.

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  2. Estimada Greta :

    Muchas gracias por tu participación e interés.
    Aunque como bien dices,los principios de soberanía y no intervención,son una tradición en la diplomacía mexicana,una decisión como la que comentamos en el artículo,provoca grandes presiones por los intereses que afecta.


    Con mucho gusto recibo tus observaciones sobre la redacción y ortografía,en lo único que difiero es que teníamos entendido que de acuerdo a la Real Academia de la Lengua Española,se podía escribir Iraq,indistintamente con q o k,al menos que ya haya habido una nueva disposición.

    Recibe un afectuoso saludo.

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  3. a pobre greta que se quiere sentir mucho muy importante al descalificar la ortografia del senor fox pues la pobre piensa que tiene mas educacion que el sr fox y queda en ridiculo pobre pero bueno por eso no hay que sentirse mas que los demas pues corre ono el peligro de salir ridiculizado ya que se mira a leguas el tipo de persona que es al juzgar alos demas como si ella fuera perfecta

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  4. Estoy muy de acuerdo con usted en que fue una decisión correcta. Es más en lo personal siempre percibí de su parte un gran respetó a la vida humana tanto en el caso de Irak como el de Atenco. Por eso los ataques de Chávez acusándolo de ser servidor de EEUU me parecieron absurdos ya que lo único que le pidió y yo diría le exigió no se lo concedió. Creó que en su gobierno pudo hacer algo más, pero fue mucho mejor que el de Calderón cuyo peor error fue sacar el ejército de sus cuarteles. Ya que la violencia solo engendra violencia. Saludos

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